mi imagen y yo: cara y cruz

Espejito, espejito, dime ¿quién es la más guapa?»…
Las mujeres conocen muy bien este juego pero a menudo son muy crueles con su propio reflejo en el espejo.
Son muy pocas las que consiguen ser objetivas con su apariencia. Es una pena, porque la construcción de la identidad pasa por una buena percepción de una misma.
Para afrontar la vuelta a la rutina con una sonrisa, aquí van algunos consejos para las que se hayan olvidado de quererse y mimarse durante las vacaciones.
En necesario comprender de donde viene esta imagen deformada para aprender a aumir mejor quienes somos.
Se trata de un trabajo de aceptación de una misma como nos confían algunos testimonios.
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